Las emociones son una parte fundamental de nuestras vidas como seres humanos. Nos aportan la información necesaria para entender nuestras necesidades, deseos y estados internos. Cada emoción es importante y no es bueno reprimirlas, pero tampoco dejar que nos sobrepasen.
Sin embargo, a veces las emociones pueden ser abrumadoras y difíciles de manejar. Para que las emociones no dominen nuestro día a día, es importante aprender a gestionar las emociones. Como psicóloga te ayudaré a conocer las emociones, a saber identificar su origen y a aprender a convivir con ellas.
Tipos de emociones
Las emociones son reacciones psicofisiológicas a ciertos estímulos. Son universales para todos los seres humanos y tienen tres funciones:
- Función adaptativa. Las emociones nos ayudan a adaptarnos y responder a los cambios y estímulos.
- Función social. Nos permiten mostrar nuestro estado de ánimo y a relacionarnos con los demás.
- Función motivacional. Nuestra motivación depende de la emoción que sintamos en cada momento. Las emociones como la satisfacción nos impulsan a buscar experiencias que refuercen esa emoción, sin embargo, si algo nos produce miedo, evitaremos situaciones parecidas.
Existen muchos tipos de emociones y por ello se pueden clasificar en:
- Emociones Básicas, Primarias o Innatas. Estas emociones son la ira, el miedo, la alegría, el asco, la tristeza y la sorpresa.
- Emociones Sociales, Secundarias o Aprendidas. Surgen como consecuencia de las emociones primarias. Algunas de las emociones secundarias son la vergüenza, la culpa, la diversión, el entusiasmo…
¿Qué es la gestión emocional?
Cuando hablamos de gestión emocional nos referimos a la capacidad de reconocer, comprender y manejar de forma sana nuestras emociones. Al trabajar la gestión emocional, logramos desarrollar habilidades para regular y canalizar las emociones. Los cuatro puntos fundamentales de la gestión de las emociones son:
- Tener conciencia emocional y ser capaz de identificarlas.
- Saber controlar y regular de forma adecuada todas las emociones y evitar así que nos dominen.
- Trabajar la empatía para entender las emociones de los demás y saber responder de forma comprensiva.
- Mejorar las habilidades sociales para escuchar de manera activa, expresar las emociones adecuadamente y saber resolver conflictos de forma positiva.
La gestión emocional es un proceso lento y que requiere de mucho autoconocimiento. Si necesitas ayuda, contacta ahora conmigo y comienza tu proceso hacia una gestión emocional efectiva y un bienestar emocional duradero.