La Terapia de aceptación y compromiso (ACT) es un tipo de terapia que se engloba dentro de las denominadas terapias de tercera generación, que surgieron entre los años 80 y 90 en Estados Unidos y forman parte de los modelos terapéuticos conductuales y cognitivos
Las terapias de tercera generación se centran en el diálogo y el contexto funcional y buscan la aceptación y la actitud no enjuiciadores como manera de encontrar el bienestar a diferencia de las de primera y segunda generación que se centran en combatir los pensamientos automáticos o causantes de malestar y sustituirlos por otros más adaptativos.
¿Qué caracteriza a las terapias de tercera generación?
Las terapias de tercera generación enfocan los trastornos desde una perspectiva contextualista, funcional y su principal objetivo no es reducir los síntomas que presenta el/la paciente, sino educarle/la y reorientar su vida de una manera mas holística.
Tienen su base en la idea de que lo que provoca malestar o ansiedad no son los eventos, sino como vinculamos las emociones a estos y como nos relacionamos con los mismos.
No se trata de evitar lo que nos causa sufrimiento, sino que la situación ideal es aceptar nuestra propia experiencia mental y psicológica, y así reducimos la intensidad de los síntomas.
¿Qué es la terapia de aceptación y compromiso?
Es una de las terapias de tercera generación más conocida y tiene como objetivo el crear una vida rica y significativa para el/la paciente, aceptando el dolor que inevitablemente viene con ella.
La ACT se presenta como una alternativa a la psicología tradicional y es un modelo de psicoterapia que utiliza distintas técnicas: paradojas, ejercicios experimentales, metáforas, trabajo con valores personales e incluso el entrenamiento mindfullnes. Tiene sus bases en la teoría del Marco Relacional por lo que se encuadra en nueva teoría del lenguaje y la cognición.
El autodescubrimiento y la clarificación de valores son elementos imprescindibles en este tipo de terapia. La Terapia de Aceptación y Compromiso es una muestra de que la intervención psicológica no tiene por que centrarse en mitigar o eliminar los síntomas. Es, a su vez, una base desde la cual se centra en que la persona no se preocupe tanto por bloquear sus preocupaciones y se centre más en fijar la atención en otros aspectos del momento presente.
La psicóloga especialista en gestión emocional, Carolina Garrido, te ayudará y acompañará durante todo el proceso. Si necesitas más información no dudes en contactar ahora, estaremos encantados/as de atenderte.
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